Tuve una paciente embarazada que mi asistente dental y yo examinamos en nuestro Women’s Health Center (“WHC”). Durante su examen, descubrimos que tenía un gran absceso en un diente móvil delantero/anterior y tenía mucho dolor. Se determinó que debía extraerse el diente y se le dieron recetas para aliviar el dolor y detener la infección. La vi la semana siguiente, extraje el diente y le entregué una prótesis provisional el mismo día. Fue gratificante saber que la había ayudado a calmar el dolor, a tener un embarazo seguro y, desde el punto de vista cosmético, reemplacé el diente faltante. En mi opinión, esta situación verdaderamente reforzó la importancia de los exámenes dentales semanales que se realizan para nuestras pacientes de Obstetricia de Eisner en el WHC. Ella no le había informado a su proveedor sobre su diente, pero como mi asistente dental y yo la habíamos examinado, la ayudamos a seguir con un embarazo seguro y a evitar la infección del feto.